INDUSTRIA AGROALIMENTARIA ESPAÑOLA
La Comisión Europea reconoce la importancia del sector agroalimentario español y el destacado puesto que ocupa España entre los principales exportadores agroalimentarios de la UE.
Desde hace una década, o incluso un poco más, la balanza comercial es cada vez más favorable. La Comisión cree que España cuenta con excelentes posibilidades para aprovechar estas tendencias positivas, especialmente en el sector de la alimentación y las bebidas.
En estos momentos el sector agroalimentario español ya contribuye de manera decisiva al crecimiento económico y por lo que se refiere a las exportaciones al mercado mundial, España ocupa un más que destacado lugar a escala de la UE, representando más de un 140 % o casi una vez y media más de lo que exportaba hace tan solo diez años. Y el sector agroalimentario ofrece un potencial mucho mayor, que puede desarrollarse a través de las empresas innovadoras, las iniciativas empresariales inteligentes y la creación de nuevos mercados.
PROMOCIÓN
Recordó el anuncio de la Comisión de un aumento significativo del presupuesto destinado a la promoción, que pasará de 60 a 200 millones de euros durante los próximos cuatro años. Medida ésta que ayudará de forma decisiva a productores y asociaciones a encontrar nuevos mercados alternativos para sus productos.
EL SECTOR AGROALIMENTARIO COMO MOTOR DE CRECIMIENTO Y EMPLEO
El dinámico sector del comercio de productos alimenticios y bebidas cuenta con una consolidada tradición en España si bien, reconoció el Comisario Europeo, puede hacerse mucho más. Por lo que durante su mandato como Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural pondrá todo su empeño en contribuir al logro de esa ambición de crecimiento, empleo y, en definitiva, prosperidad de las zonas rurales de Europa.
A continuación, señaló que las tendencias mundiales son muy favorables para conseguir este objetivo: está previsto que la demanda mundial de alimentos de alta calidad aumente de forma constante en los próximos años, sobre todo en los mercados emergentes de Asia y África. Todos los años, hasta 2030, más de 150 millones de personas se incorporarán a la clase media mundial. Este enorme crecimiento de la renta disponible dará lugar a cambios significativos en los hábitos alimentarios, con el consiguiente aumento de la demanda de alimentos de alta calidad y trazabilidad garantizada, tales como los producidos aquí en España.
COMERCIO
Esta es la razón por la que desde la Comisión se aspira a encontrar nuevos mercados para esos productos europeos de alta calidad y trazabilidad garantizada. La agricultura de la UE tiene importantes intereses en muchos de los acuerdos comerciales que se están negociando, en particular con Japón, Vietnam, y en la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI).
Las indicaciones geográficas son un motor clave para crear y apoyar el empleo en las zonas rurales de las que proceden los productos, para los agricultores y las pequeñas y medianas empresas, y para los sectores de la alimentación, las bebidas y el turismo. Las indicaciones geográficas constituyen la propiedad intelectual rural y recompensan la calidad en las zonas rurales.
También destacó como uno de sus propósitos, el de lograr una protección mayor y más sólida para las indicaciones geográficas a través de la modernización en curso del acuerdo de libre comercio con México. Este régimen de indicaciones geográficas puede considerarse, por parte de la Comisión, como uno de sus grandes logros; España ha contribuido y seguirá contribuyendo decisivamente a ese logro.
COMPETITIVIDAD, SIMPLIFICACIÓN y CADENA ALIMENTARIA
Asimismo, desde la perspectiva europea un paso clavepara que el sector agroalimentario sea más competitivo es fomentar la simplificación en el sector agrícola. Por ello, se ha procedido a la simplificación de nuestra política agrícola y alimentaria europea común una de las principales prioridades de su programa de trabajo de 2015. Considerando que, desde la Comisión, han de poner todo su empeño en lograr que los agricultores y las empresas agrícolas puedan materializar todo su potencial de creación de empresas y empleo.
Respecto a la cadena alimentaria, resaltó que en España ya se está haciendo un buen trabajo con vistas a reforzar la cadena alimentaria. El Comisario elogió a todas las empresas que han suscrito el código voluntario de buenas prácticas para las relaciones contractuales relacionadas con los alimentos. Europa se está convenciendo de que invertir en el sector agroalimentario ofrece perspectivas cada vez más atractivas y gratificantes.
La Comisión anima a los explotadores de empresas del sector a redoblar esfuerzos en materia de investigación e innovación para mejorar la eficiencia, la sostenibilidad y la calidad. Y no sólo centrándose en las políticas, sino también en la financiación.
De aquí a 2020, se pondrán a disposición a escala europea 3600 millones de euros para financiar sinergias entre la agricultura y la investigación a través de Horizonte 2020 y la Asociación Europea de Innovación para la Productividad y Sostenibilidad Agrícolas, también conocida como «EIP-AGRI», importante iniciativa política y de creación de redes destinada a acelerar la innovación sobre el terreno.
CONCLUSIÓN
En todos los niveles de toma de decisiones a escala nacional y europea se reconoce cada vez más que la agricultura es de vital importancia estratégica para la recuperación económica, con una enorme rentabilidad potencial en los campos comercial y económica.
Desde el punto de vista de la UE, reconoció que su compromiso, como Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, consiste en garantizar coherencia política a nuestros operadores agroalimentarios innovadores de manera que se sientan seguros para realizar inversiones a largo plazo y beneficiarse del incremento de la demanda mundial, fomentando la innovación como motor de calidad y valor añadido.
Los agentes de sector agroalimentario que actúan con mayor rapidez para satisfacer esa demanda son los que conceden prioridad a la inversión, la innovación y la colaboración. El Comisario mostró su convencimiento de que Europa y España pueden y deben hacer frente a ese desafío.
FUENTE: www.agronegocios.es